25 ene 2013

Fairytale (Homoerótica Lésbica)


     Mucho gusto, Soy Ariel.
     ¿Cómo la sirenita?
     Así es, como ella. Solo que no soy pelirroja, ni tengo cola de pez.
     ¡Si la tuvieras sería terrorífico! Soy Julieta.
     ¿De Shakespeare?
     La misma, mi madre amante de Romeo y Julieta quiso ponerme como su personaje favorito.
Las risas se escucharon en el aire mezcladas con el sonido de los pasos, las voces y la orquesta de fondo. Julieta sostenía con fuerza la mano de Ariel, su pecho palpitaba acelerado y sus labios enmarcaban una grandiosa sonrisa. Ariel observaba a la chica de cabellera castaña con curiosidad de niña, aquellas dos coletas en las que recogía su ondulado cabello le parecieron algo inusual, aún sin saber su edad, calculaba que la lejanía generacional entre ellas no era demasiada.
Estuvieron en esa posición mirándose sin emitir palabra hasta que Ariel sintió una palmada en el hombro, reaccionó de inmediato y soltó la mano de Julieta.
     Que emoción, la presentación estuvo fenomenal
     Ni que lo digas, al público pareció haberle encantado nuestras actuaciones.
     Además de que ni cuenta se dieron de que una mujer hacía papel de hombre, todo por tu voz que no suena a la de una niñita

Las carcajadas volvieron a inundar el ambiente, Julieta se había quedado observando a la persona que hablaba alegremente con Ariel, era un chico alto, delgado de rasgos finos pero ademanes muy femeninos, le pareció algo diferente al único trabajador joven que tenía en casa, parecía más una mujer que un hombre. El chico acompañante de Ariel notó la presencia de Julieta, caminó hasta colocarse entre las dos chicas.
     Hola linda ¿Eres amiga de Ariel? Si es así…nunca te había visto…o ¡Ah, ya sé! Eres su nueva conquista.
     ¡Tony cállate! ¡La acabo de conocer!
     Entonces futura conquista, es tu tipo a decir verdad.
     ¡Con un demonio contigo, ve a hablar con la maestra y deja de perder el tiempo acá!

Con una mueca de insatisfacción Tony se alejó de ambas lanzando un beso volador a modo de despedida, Ariel suspiró pesadamente, Julieta miró al chico irse, no había comprendido las palabras, Ariel era una chica, ¿entonces porque habría de conquistar a otra chica?.

     No le hagas caso, le gusta fastidiar
     No comprendo…eres una chica ¿no?
     Sí.
     Y yo soy una chica…
     Creo que eso es obvio
     Entonces,  ¿Por qué dijo que seré tu futura conquista?, eso se usa para chicos con chicas. Y tú no eres un chico.
     ¿Es enserio? ¿Vienes de las praderas o qué onda?
     No, vivo en Montecristo

Ariel se quedó en silencio, no podía creer que conocería a una chica que nunca hubiese escuchado hablar de homosexualidad,  con su curiosidad en aumento decidió que debía relacionarse de una manera u otra con aquella chica.

     Saca tu celular te paso mi número

Julieta sacó de inmediato su celular y se lo tendió a la morena. Ariel apuntó su número y luego le devolvió el celular.

     Ahí tienes, ahora puedes contactarme cuando desees, tendré una fiesta con el reparto, ¿vienes?

Julieta estaba a punto de responder cuando la voz de su madre y padre a sus espaldas la hizo reaccionar, guardó presurosa el celular, se acercó a Ariel y le dio un beso en la mejilla.

     No puedo. Me tengo que ir. Me encanto tu actuación. Buenas noches.

Dicho esto Julieta se alejó caminando rápido de Ariel, encontró a sus padres y se fue del teatro junto con ellos tomada de la mano entre ambos como niña pequeña. Ariel la observó hasta que desapareció por la puerta, miró su celular y se recriminó mentalmente por no haberle pedido su número, pero al menos Julieta tenía el suyo y sentía que aquella chica la llamaría dentro de poco, era evidente que la curiosidad que le había despertado no la dejaría en paz, sonriente se dirigió con su grupo de teatro y se fue a la fiesta.

Julieta había recibido los regaños de sus padres por haberse alejado por mucho tiempo de ellos al terminar la obra, pero ella había salido disparada a saludar a los actores y sobre todo a la actriz que había hecho del Príncipe Enrique, personaje preferido del cuento de hadas de la “Cenicienta” que cientos de veces había leído en su biblioteca, y el cual soñaba alguna vez encontrar y vivir feliz por siempre como Cenicienta.

Después de ese día en el que había conocido a Ariel personificando a su adorado Príncipe, Julieta se pasaba las noches mirando su celular indecisa si hablarle o no, o cada que tenía un rato libre entre las clases privadas y las compras en donde su madre la llevaba aunque ella no quisiera por temor a dejarla sola en casa.
Desde pequeña no recuerda algún momento donde sus padres hayan hecho algo en común, siempre era solo con su madre o solo con su padre, en su infancia la nodriza encargada de ella la crio hasta los 10 años y después de  ese tiempo se volvió una sirvienta más, mientras tanto el padre se pasaba de viaje y regresaba una vez al mes con algún regalo de la ciudad que visitaba. El recuerdo de las discusiones a la hora de la cena le habían hecho tomar libros de la biblioteca y leerlos antes de dormir, sus favoritos eran los cuentos de hadas y las novelas rosas; durante ese tiempo tampoco podía salir de casa sin que alguno de sus padres la regañara y volvieran a discutir entre ellos, incluso cuando llegó una nueva sirvienta que tenía un hija de edad similar a la de ella, la despidieron al notar que ella y la hija de la criada estaban estableciendo un vínculo de amistad, los padres de Julieta creían que ella solamente debía codearse con las personas de alta sociedad y no debía  ni dirigirles la palabra a aquellos que consideraban prole.

A pesar de haber crecido en un ambiente donde no le permitían hacer nada que dañase su imagen, físico y estatus familiar ella encontró en la lectura de cuentos y novelas una burbuja donde todo aquello no le afectaba. Al cumplir los 16 se había quedado dormida y llegó tarde a su clase privada que tomaba en la biblioteca de su mansión, ese día su madre había tenido una reunión de té con sus amigas por lo que se encontraba ocupada en el patio trasero, su padre seguía de viaje en algún lugar de Egipto y las sirvientas estaban muy ocupadas haciendo sus quehaceres por lo que la casa se encontraba en el habitual silencio de todos los días, eso creyó hasta que a unos pasos de la biblioteca escuchó unos sonido que rompían con la armonía silenciosas. Curiosa se apresuró a la habitación sigilosamente y entreabrió la puerta, la escena que vio la dejó perpleja: La nodriza se encontraba sentada encima de su tutora mientras ésta recorría con la lengua el cuello de la mujer, la otra echaba la cabeza a un lado dejándose hacer, las manos de la tutora  se deslizaban de arriba hacia abajo por la espalda descubriendo la piel. La nodriza suspiraba y dejaba soltar algunos gemidos. Julieta temerosa de ser descubierta salió corriendo de regreso a su habitación sin cerrar la puerta de la biblioteca antes.
Al día siguiente se enteró de que habían despedido a ambas mujeres y ahora tenía asignada una nueva tutora. Aquella imagen a partir de ese día la comenzó a perseguir por las noches al ir a dormir, se imaginaba a ella siendo la mujer en el regazo de otra mujer de aspecto no familiar. A pesar de sentirse asustada por aquellos sueños que no comprendía, decidió no decir nada y seguir como antes. Así creció hasta cumplir los 18, había creído que aquellos sueños se habían esfumado hasta que conoció a Ariel. El sueño nuevamente recorrió su mente a la hora de dormir a pesar de haber leído “La bella y la bestia” antes de acostarse, ahora la chica que la sostenía tenía el rostro de Ariel.

Pasaron varios días, Julieta seguía soñando con Ariel y ahora miraba con mayor constancia el celular, seguía indecisa si hablarle o no, ese día se encontraba con su madre en el patio trasero tomando café. Su madre había citado a sus compañeras del Yucatán Country Club y le había dicho a su hija que la acompañase y ella había aceptado.
—Julieta querida ¿Qué harás en tu cumpleaños? ¿Algún viaje quizás?
—Oh no lo creo, no tiene tiempo para eso, tal vez una pequeña reunión hogareña y será suficiente ¿No es así hija?
—Estaba pensando en hacer una pequeña fiesta o salir al cine o algo de ese estilo…pero con una amiga.
— ¿Una amiga? ¿Quién es esa amiga?
     Es…la actriz principal de la obra que vimos la otra vez ¿recuerdas? La de la cenicienta.

     ¡Una actriz!


     Eso suena bien, deberías dejarla salir de vez en cuando con sus amigas, tiene 18 y es preocupante que no tenga novio, mi Claudia ya tiene prometido.

     No hemos tenido tiempo de ver esas cuestiones, Julieta puedes entrar si quieres, ya platicaremos lo de salir o no, a lo mejor invitas a tu amiga para una pijamada.

Julieta se levantó de la silla, se despidió de las compañeras de su madre y se retiró a  la biblioteca algo molesta, había querido salir para su cumpleaños, pero tal parecía que seguiría encerrada en la enorme casa que la rodeaba; pensó que había hecho mal en mentir con respecto a Ariel pero sabía que si decía que solo era una más del grupo no la hubiesen dejado tan siquiera dirigirle la palabra. En la biblioteca se encerró en el mundo de las novelas por unas horas, cuando regresó a la realidad ya había caído la noche, entonces bajó a cenar y luego de decirle a sus padres que si quería la pijamada pero que a la vez la dejaran usar la sala de cine de la mansión pudo ir a cama tranquila, ahora solamente le quedaba una cuestión, invitar a Ariel y que ella aceptara, pensó que tal vez le parecería infantil lo de la pijamada pero no encontraba excusas para que no sonará de niñas pequeñas.
Al día siguiente apenas abrió los ojos, tomó el celular y marcó el número de Ariel.
     ¿Quién es?

     Buenos…buenos días Ariel, soy Julieta…

     Ah…No sé quién eres, a ver permíteme te paso a Ariel. Ariel cariño te habla una tal Julieta.
Julieta alejó el teléfono de su oído para evitar que la mujer que le había respondido la dejara sorda, se extrañó por la palabra “cariño” usada por esa mujer hacía Ariel, tal como había ocurrido cuando la conoció Ariel tenía costumbres muy diferentes a ella.
     ¿Julieta? ¿y ese milagro? Creí que nunca me llamarías, había perdido esperanzas.
     Ariel buenos días, no he tenido tiempo…perdona.
     No te disculpes mujer, dime, ¿a qué se debe el honor?

Julieta se quedó en silencio unos momentos, la voz de Ariel la había hecho incorporarse en la cama y pegar la espalda al respaldo, su corazón saltaba desbocado en su pecho, sus manos comenzaron a sudar y ahora tenía vergüenza de preguntarle lo de su cumpleaños.
     ¿Julieta sigues ahí?
     Sí…Ariel, este fin de semana… ¿tienes algo que hacer?
     Mmm…deja pienso…no hay nada en la agenda, ¿por?
     Me preguntaba si quisieras venir a mi casa a celebrar mi cumpleaños, veríamos una película en la sala de cine que tengo y…
     ¿Y?
     Si quieres puedes quedarte a dormir, mi madre ha sugerido que haga una pijamada, ya le pedí permiso.
     ¿Cuántos cumples?
     19
     ¿Y aún haces lo que tu madre te dice?, yo a tu edad ya había salido de casa, rentaba un departamento con una compañera y estudiaba la carrera, trabajaba igual por las mañanas.

Julieta volvió a quedarse en silencio, no sabía que responder, sabía que era cierto que hacía todo lo que su madre le decía pero también creía que todo lo que su madre decía era para su bien, y hasta ese momento no le había decepcionado.
     No fue enserio tranquila, ya quedamos el sábado a las…
     6 de la tarde, será cena.
     Estupendo, nos vemos pues el sábado, ten un bonito día, te dejo, debo terminar unos proyectos.
     A las 6…oh, trabaja duro, nos vemos el sábado, ten un bonito día también.
     ¡Espera! Mándame la dirección en un mensaje, si no, no podré ir.
     ¡Claro! Te la mando, nos vemos.
     Nos vemos.

Y así Julieta terminó la conversación que se le había hecho muy corta, mandó de inmediato el mensaje con su dirección, deseaba escuchar más la voz de Ariel y una necesidad de verla se albergó en su pecho, sin comprender el motivo de esas sensaciones comenzó su día con una enorme sonrisa en los labios, sentía su humor por las nubes y que todo era perfecto y maravilloso.

La semana pasó volando, Julieta el sábado se había levantado temprano, aún no sabía que ropa ponerse y eso le preocupaba, luego de encontrar un vestido lila con encajes y unos flats que combinaran, se dispuso a seguir su día tranquilamente, a las 4:00 de la tarde comenzó con su arreglo personal, se bañó minuciosamente, se colocó el perfume más caro que tenía en su colección y se maquilló un poco, sentía que debía verse como una princesa, en algún momento del día la imagen de Ariel le llegaba como la de un príncipe en su caballo blanco.
A las 6 de la tarde Julieta ya se encontraba en el recibidor caminando de un lado al otro intranquila, su madre se había ido de compras y su padre estaba en su recámara mirando futbol en su pantalla LED de 80 pulgadas. Habían pasado unos minutos y Ariel no llegaba, Julieta había comenzado a sentirse deprimida, pensar en que no la vería nuevamente la hacía querer olvidarse de todo y encerrarse en su cuarto a leer, tan ensimismada se encontraba pensando en los motivos por atraso de Ariel que no se dio cuenta cuando el timbre sonó hasta que una mano se posó en su hombro.
     ¡Tierra a Julieta!

La voz familiar la hizo salir de si misma, se sorprendió al ver a Ariel enfrente de ella mirándola preocupada, una sonrisa iluminó el rostro de Julieta y sin pensarlo se lanzó a abrazar a la morena. Ariel no sabía cómo reaccionar, solamente se dejó abrazar.
      ¡Si has venido! ¡Me alegro tanto!
     Vamos ¿habías pensado que te dejaría plantada? ¡Imposible!, lo que sucedió es que no encontraba esta residencial.
     Con razón no llegaste a la hora.

Ya habiendo pasado su emoción al ver a Ariel, Julieta se separó de ella y la encaminó hacía una de las habitaciones de la mansión.
     Vaya que tienes casa grande, no es nada el departamento en el que vivo comparado con esto
     Bueno, a mi madre le gustan los lujos, a mi padre le da igual. Y yo solamente uso la biblioteca, el comedor y mi cuarto.
     Que desperdicio ¡habiendo tanto espacio! Ya podrías haber montado algún negocio casero.
     No necesito trabajar, aún soy estudiante y mis padres siguen pagando todos mis gastos.
     Oh si, muñequita de mami y papi lo olvidaba.

Julieta estaba a punto de quejarse cuando Ariel se detuvo y se la quedó mirando en silencio. Julieta sintió como su piel se erizaba ante la mirada, sus mejillas se sonrojaron obligándola a mirar hacía un costado. Ariel la observó de abajo hacia arriba con detalle, sonrió ampliamente y le extendió la mano.

     Que hermosa está usted el día de hoy bella señorita
Y Haciendo una inclinación siguió mirándola sonriente y con la mano extendida. Julieta vio en el gesto un aire de príncipe que la dejó perpleja, como hipnotizada por los ojos azules de Ariel, tomó la mano, un calor que la sofocaba desde las caderas hasta el cuello al tocar la mano de la actriz la hizo soltarla de inmediato, Ariel se extrañó pero no omitió comentario alguno. El padre de Julieta bajo en ese instante y al ver a su hija se acercó a ella con los brazos extendidos.
     Mi niña adorada ¡Feliz cumpleaños!
Julieta no pudo articular palabra alguna, su padre la rodeó con los brazos y ella hizo lo mismo, la mirada de Ariel la hacía sentirse emocionada y a la vez temerosa. Su padre fijó la atención en Ariel y le sonrió.
     Mucho gusto jovencita, estás en tu casa. Julieta mi amor iré a hacer algunas diligencias. Tengan una linda noche, diviértete con tu amiga hija.

El padre de Julieta salió de casa dejando a las chicas con los trabajadores de la mansión. Julieta aún nerviosa siguió con el plan que ya había establecido, primero verían la película, cenarían e irían a dormir. El plan se cumplió a la perfección salvo que Julieta cada vez quería conocer la vida, familia y todo sobre Ariel.
En la noche, después de la cena, ambas se encontraban jugando póker, habían ido al cuarto de juegos, lugar que Julieta no había pisado hasta ese momento.
     Si pierdes nos bañamos juntas, si no, cada quien por su lado.
     ¿Por qué el baño es lo que está a discusión?
     Porque me gustaría aprovechar que estoy en una casa que tiene jacuzzi con hidromasaje. Además de que sería padre bañarnos juntas, ¿es que nunca lo has hecho con otras amigas?
     No había invitado a nadie a casa, es la primera vez, además tengo tutora privada no salgo de casa más que en casos excepcionales como cuando te conocí, solo por insistencia mía de día y noche es que fuimos a ver la obra.

Después de la quinta jugada Julieta admitió su derrota; una hora después ya se encontraba en la habitación de baño con la toalla cubriéndole el cuerpo, sentía una pena terrible.
     Ay no seas, somos mujeres ¿Qué más vamos a ver?
La voz de Ariel se escuchaba un poco a lo lejos, el vapor ayudaba a que Julieta no pudiese ver a la morena.  Julieta sentía que sus mejillas se habían tornado carmesí nuevamente, su pecho la estaba martirizando con sus golpeteos y sus manos se sentían frías de nerviosismo.
Ariel harta de que Julieta no entrara, salió del agua y fue en busca de ella, sin dejarla escapar la tomó de la muñeca y la arrastró con todo y toalla dentro del jacuzzi. Julieta no tuvo tiempo de reaccionar cuando ya su cuerpo se había empapado, miró a Ariel algo molesta pero la sonrisa que ésta le colocó la volvió a hacer sentir indefensa.
     Has estado muy rara todo este tiempo ¿no te agrado o qué?
     No es eso…
     ¿No me digas que es porque estamos juntas en el jacuzzi? Si tanto te molesta que esté en la misma agua que tú por mi clase social entonces dilo y me salgo.
Al terminar la oración Ariel se levantó del agua dejando ver su desnudo cuerpo, las gotas caían por su cuello deteniéndose y deslizándose por sus senos, Julieta no pudo evitar observarla con el rostro en llamas, el color de su piel, mulata se veía aún más intenso ahora que no había nada que la cubriera; los ojos de Julieta pasearon por el cuerpo de Ariel notando cada músculo formado por el ejercicio antes de cada puesta en escena y se detuvieron en su formado trasero que ahora se encontraba apuntándola. 
     ¡No espera!

Haciéndole caso omiso Ariel salió del agua, tomó una toalla y se fue del baño. Julieta sintió ganas de llorar, había hecho que Ariel se enfadara con ella por un malentendido, sin esperar un segundo salió del agua, tomo una toalla y se dirigió hacia donde suponía que estaría Ariel, en su habitación.
Por suerte el baño en el que se encontraban, era el de su cuarto, por lo que a penas entro encontró a Ariel con la parte de abajo de la pijama puesta  y solamente el brassier en la parte superior.
Ariel dejó de arreglarse el cabello al ver en el reflejo del espejo a Julieta aún con la toalla cubriéndole. Sonrió y se levantó de su asiento.
Julieta sintió un escalofrío recorrerle al ver la sonrisa, iba a encerrarse nuevamente en el baño a cambiarse cuando Ariel la tomó de la mano y depositó un beso en el dorso de ésta.
     Sonrojada te ves hermosa, pero recién bañada haces que pierda la cabeza.
Sin dejarla responder, Ariel besó  a Julieta, en ese instante la puerta del cuarto se abrió, la madre de Julieta había regresado de compras y deseaba mostrarle lo que le había conseguido a su hija, soltó las bolsas de ropa y lanzó un grito que alerto a los sirvientes cercanos.
Julieta se separó de Ariel al escuchar la voz de su madre, la miró sin comprender el porqué de su rostro furioso, Ariel se alejó de Julieta.
—Señora, no piense nada malo, estábamos terminándonos de bañar…
—¡¿Cómo es posible!? ¡En mi propia casa y con una mujer! ¡Es inaceptable! Julieta vístete de inmediato y tu como te llames lárgate de mi casa.

Ariel suspiró pesadamente, se quitó la ropa de dormir y se colocó la de salir.
—Está exagerando, es de lo más natural besar a la persona que te gusta.
—Como te atreves…¡Arderas en el infierno!
Dicho eso Ariel abrazó rápidamente a Julieta y salió de la habitación y de la casa.
Julieta no daba crédito a lo que había pasado, tanto el beso como la reacción de su mamá sobrepasaban su cabeza, se sintió mareada por lo que tuvo que sentarse en la cama, escuchaba la voz de su madre diciéndole algo acerca de Ariel pero no oía nada más que lo que le había susurrado Ariel “Te amo”. Su cuerpo entero temblaba, lágrimas caían de sus ojos sin saber la razón, sus labios aún sentían el aliento de Ariel.
Pasaron los días, Julieta había entrado en un estado de depresión, su madre le había prohibido a partir de su cumpleaños socializar con Ariel  y salir de casa, no podía ni acompañarla de compras. Julieta se sentía prisionera y no había podido dejar de pensar en las palabras de Ariel y mucho menos en el beso que le había dado; recordó a su nodriza y tutora juntas, parecían elevarse en el aire, como si estuviesen en una nube disfrutando del amor entre ellas. Un día mientras miraba hacía el patio trasero a su madre reír con sus compañeras, le llego un mensaje.
“Julieta no soporto estar sin ti, fuguémonos, estoy en la parte de atrás de tu casa, ven y procura que no te vean”

Julieta sintió que todas sus emociones antes esfumadas regresaban, se levantó de inmediato del sillón y sigilosamente llegó a su cuarto, alistó una maleta con lo esencial y se dispuso a salir de casa excusándose con la sirvienta de que necesitaba aire fresco. Para su suerte su padre se había vuelto a ir de viaje y no regresaría en mucho tiempo. Su madre aún se encontraba ocupada atendiendo a sus visitas. Emocionada y con el corazón a flor de piel  corrió hasta la puerta trasera de la reja que protegía a la mansión, se escabulló del vigilante y logró salir de casa.
Del otro lado a unos metros Ariel la esperaba con uno de sus amigos y un carro convertible rojo.
—Princesa, vámonos a nuestro país de maravillas.
Julieta asintió al borde del éxtasis, corrió hacía Ariel y la abrazó con todas sus fuerzas. Ariel le correspondió el abrazo. Unos minutos después lo único que quedó de Julieta era una carta en su escritorio para sus padres y el humo del automóvil alejándose.



FIN

20 ene 2013

Ente






Soy un ente maligno que te tortura, 

te desmiembra y juega con los retazos. 

soy esa perdición pecaminosa 

que te guía a su oscuridad.

 Pero también soy esa mujer

a la cual su negro corazón

marcado por ti está.

vivir sin ti




¿Que es vivir sin ti?

 es sonreír sin mueca

 llorar sin lagrimas

 caminar sin piernas

tocar sin manos;

  ¿que es sin ti?

 amar sin emociones,

 soñar sin ilusiones

 y anhelar sin esperanzas.

 vivir sin ti es ser un recipiente

y dejar de existir.

19 ene 2013

Uno más...









Si me preguntaran que es lo que siento
Podría decir que mi pecho se desgarra
Lentamente van cayendo las cenizas
Saladas caen gota a gota
Un paño húmedo cubriendo mis mejillas
El recuerdo de nuestros besos
De nuestros abrazos, el primer te amo
Penetra profundo en mi alma
Amarte con locura es lo que siento
Pero has puesto una barrera
Impenetrable que no me deja susurrarte
Tu recuerdo, tu presente, tu futuro,
Todo ello atado a mí
Ser parte de tus ayeres, de tus mañanas y de tus hoy
Y no vivir con este incesante dolor.

17 ene 2013

Nuevas de KnO

Hola gente! Hoy nuestra querida Makoto subió al fin, el video que grabamos en 2 sábados xD, conocen la locura de "Oppa Gangnam Style "no? pues, nos basamos en el video original para hacer una parodia cosplay, bueno no es profesional tal cual porque pues nosotras lo hacemos por diversión y no siempre tenemos equipo y material para realizar los cosplays, así que estos son un tanto improvisados del anime "Kuroko No Basket", nosotros representando a la "Generación de los milagros", no los demoro mas...aquí esta el video!:






Enjoy it! :3 ~Dachi~

15 ene 2013











En tu ausencia no respiro
tus palabras son el canto que seduce mis mañanas.
Eres la luz y oscuridad encarna
ambas ardiendo en mi alma
eres por quien respiro,
para quien vivo, 
tú y solo tú musa de mis sueños, 
espejismo de mis atardeceres.
Mi plasma bulle por tu calor
mi corazón por tu eterno amor.
te amo mujer hermosa, 
Flor delicada de esta marchita tierra.

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